La Menstruación es la clave de la renovación de la Mujer. Es el momento de vaciarnos de todas las energías del pasado para absorber vida nueva.
No existe purificación más grande que el derramamiento natural y cíclico de sangre femenina, nuestro líquido vital que contiene toda la información de nuestra historia en el mundo físico.
En su insensata competencia por el poder sobre el mundo, el hombre quiso arrebatar este poder propio de la mujer y creó maneras de derramar sangre masculina sobre la Tierra dando vida a horribles sacrificios que terminaron en el juego más aburrido y constante de todos: la guerra.
La Tierra, de manera natural, había estado recibiendo la sangre de las mujeres y leyendo constantemente en ella la memoria genética de cada una de nosotras, enterándose así, de la situación en que vivía el ser humano.
Pero en esta campaña para dominar a la diosa, la sociedad masculina nos obligó a creer que la sangre de la menstruación es cosa sucia y las mujeres nos hicimos parte del complot contra la Tierra desechando y apilando nuestra sangre en basureros y en toallas higiénicas que ya son casi completamente plásticas...
La imformación del ADN de la sangre menstrual es un verdadero libro de información para la Tierra. Hace cientos de años que hemos dejado de informar a la Pachamama de nuestra memoria de forma sutil y pacífica.
Es tiempo de reconexión!!
Llanto Rojo de Mujer
El llanto de una mujer mancha de rojo y no de lágrimas, su rostro, su cuerpo y su alma.
Nuestro útero, tan fuerte como sensible, tan creador como receptivo, guarda grandeza pero también guarda el resentimiento, la ira, la incomprensión, la traición que no se pudo expulsar fuera.
Cuando menos lo esperas, se desborda manchando de rojo todo a su paso, rojo que avisa del llanto interno, del dolor del alma, del dolor de nuestra diosa.
Cuando nuestras "lunas" no son nuestras, cuando se escapan provocando hemorragias incontrolables, cuando nos desbordan lágrimas rojas,......acuérdate de mimarte y del mensaje!!!......sigue sanando, acaricia tu vientre y tu vida, siéntate en una roca o en la tierra y permite que te ayude a restaurar el caldero sagrado.
Hoy hago ofrenda con mi sangre, pues la alegria es sagrada y el llanto rojo también es sagrado.
Inma Gil M.
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