En la biblia, el libro de Hebreos 11:1, se define la fe como la certeza de lo que se espera, y la convicción de lo que no sé ve; una publicación de la Iglesia Protestante, manifiesta que “la fe es el título de propiedad que nos garantiza que las cosas que esperamos son nuestras a pesar de que no las veamos con nuestros ojos físicos. La fe nos da la seguridad de las cosas que estamos creyendo ya son nuestras. La fe es el brazo que se extiende al mundo espiritual y recibe las cosas que Dios ya nos dio”.
Cuándo el ser humano en el mundo profano se enfrenta a sí mismo y a sus vivencias en medio de un mundo complejo y caótico, apoya su debilidad en una fuerza superior a la cual llama Dios, más ¿qué o quién es ese ser tan infinito, capaz de sostener al mundo y la Humanidad?
D.I.O.S. que es la contracción de “Diviniti Infinitum Opus Supremum” o dicho en español: “Infinita es su Divinidad, Suprema su Obra es”, fue definida filosóficamente en algunas corrientes de pensamiento como una “Conciencia Universal”, o una energía potenciadora que habría dado origen al vasto Universo, como si de un Arquitecto se tratara entonces, la construcción de tal posibilidad, es decir, “su obra”, de la cual también proviene el ser humano.
Entonces, si el Arquitecto del Universo es en sí una Conciencia Universal, será posible preguntarse si ¿Dios existe? Por lo menos hasta aquí, la lógica parece demostrar que sí, pero ¿por qué entonces ligar la fe a esa Conciencia? Y ya más allá si como dijo Nietzsche: “Dios ha muerto, parece que los hombres (refiriéndose al ser humano) lo mataron”, y si el ser humano ya no tiene un referente para apoyar su imperfección en un Ser Superior; pensamiento que explica por un lado las razones para la implantación de un pensamiento laico por un lado, y la profundización del temor en los individuos como lo explica Max Weber en sus estudios sociológicos, ¿justifica entonces seguir teniendo tal fe?
La pregunta hoy en día se centra en torno a si hay que mantener ¿Fe en un Dios que la humanidad no ha dejado ni para los días domingos en la Iglesia? ¿O tener fe en el ser humano?... La respuesta probablemente se tendrá al saber hacía donde conduce este camino de crecimiento y perfección.
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